La restauradora es un libro de poca extensión. En tres ratos de autobús y dos lecturas antes de ir a dormir se finiquita. La verdad es que, para ser el ejemplar introductorio de la serie, me esperaba o me habría gustado un mayor número de páginas.
Ya que he empezado la crítica por los términos más formales del libro, añado que la maquetación del libro me ha agradado bastante, así como la portada, la cual me encanta. Ambas, portada y maquetación, tienen un aire sofisticado y elegante que acompañan a la esencia de la narración.
En cuanto a la mezcla de géneros, para mi gusto la novela paranormal y la de toques policíacos casan a la perfección. Sin embargo, en este caso, la trama criminal se queda en ciertos toques o matices de novela negra pues, aparte de la presencia de policías, detectives y forenses en el cementerio y en la investigación, su protagonismo es poco. Los elementos paranormales (los fantasmas, los ángeles, las presencias oscuras, los pasos intermedios...) se asemejan a los de la famosa serie Entre fantasmas y, en definitiva, gustan, entretienen y enganchan, pero no asustan.
Por otro lado, el regusto a novela romántica que ya en la propia sinopsis se advierte pasa desapercibido hasta la mitad del libro para, a partir de ese punto de inflexión, tornarse principal en el argumento, sin por ello teñirse la historia de un tono empalagoso o cansino.
Distingo dos tramas que a lo largo de la novela se interrelacionan entre sí. En primer lugar, el lector se topa con la sucesión de crímenes que se están sucediendo en el presente y que concuerdan con los acontecidos hace más de quince años en el cementerio del campus del College de Emerson, el que Amelia se disponía a restaurar cuando todo se torció. Algo hay en las instantáneas que ella tomó y en su conocimiento sobre simbología lapidaria, funeraria y santuoria que hace que los culpables insistan en que ella participe de un modo u otro en la investigación.
Y, en segundo lugar, a medida que Amelia sigue las pistas con el equipo de policías y con sus colegas de profesión (arqueólogos, forenses, historiadores...), el misterio del detective Devlin y de los fantasmas que lo acechan empiezan a obsesionar a la solitaria restauradora. Tiene la certeza de que hay mucho más sobre su capacidad de ver fantasmas que lo que su padre le contó. Está segura de que su madre también le oculta algo. Y que, de alguna forma, todo está conectado a las sombras oscuras que la persiguen y a los fantasmas de Devlin que a veces la visitan.
La primera de las tramas es el hilo conductor de esta primera parte y la segunda de ellas la que, presumiblemente, se extenderá a lo largo de los siguientes libros y se alzará como la principal.
La ambientación en la que todo esto tiene lugar es lo que más aprecio de esta novela. No son Virginia, Charleston ni Emerson los lugares que hacen especial el escenario de fondo de la historia, sinolos cementerios, las bibliotecas, las casas victorianas, etc. Son el aura de misterio y los flashazos de novela gótica los que provocan en el lector un cariño especial hacia los lugares que Amelia visita.
En cuanto a los personajes, la novela se caracteriza por no tener un reparto numeroso:
La protagonista es Amelia, desde cuyo punto de vista (la narración es en primera persona) se relata la novela. Ella es una protagonista que brilla poco en su propia historia. Es introvertida y algo asocial. Su vida se resumen en su trabajo (ya de por sí solitario) y su blog. Por otro lado, es interesante y perspicaz, pero no transmite fortaleza ni frescura. Te ríes con ella pero no cala a fondo en el lector. Además cumple perfectamente el cliché del que parecía que la literatura del siglo XXI se estaba empezando a librar: el de la chica frágil que necesita a un hombre protector, posesivo y atormentado a su lado. Se nota que no me ha gustado, ¿verdad?
Devlin, más de lo mismo. Tópico, cliché, sobreexplotado: misterioso, fuerte, entregado, de carácter seco y cortante, pero también dulce, justiciero y con un drama a sus espaldas.
Si bien ni la construcción de los protagonistas ni su relación me ha sorprendido o emocionado, sí me ha agradado que en el propio libro se reconozca la esencia tan tradicional de su atracción y que la autora lo atribuya a una personalidad femenina con la que encaja Amelia totalmente.
En cuanto al resto de personajes, los secundarios, estos apenas están perfilados, pero sus papeles funcionan bien en el desarrollo argumental (ya sean los fantasmas como Shani y Mariana, sean los "reales" como la familia de Amelia, la arqueóloga Temple, el historiador Daniel, la directora de Emerson, el policía Tremont o el doctor en ciencias paranormales, Shaw).
Abandonando el contenido de la obra, del estilo se puede decir que es elegante e incluso exquisito, lo que se acopla de manera sobresaliente con una protagonista leída y cultivada. No obstante, en algunos pasajes el estilo es fresco, divertido e irónico, lo que encaja también con la juventud de Amelia. La pluma de la autora sigue los derroteros de lo arriba escrito con relación al estilo, ya que a ratos usa un vocabulario demasiado refinado para después cambiar a pensamientos o comentarios de Amelia graciosos o mundanos, expresados de forma coloquial.
Los diálogos abundan, al igual que las descripciones minuciosas de los camposantos, pero a los primeros les falta espontaneidad, naturalidad... No sé, en ocasiones no conseguí creerme algunas de las conversaciones... En cuanto a la narración, en primera persona, está bien, pero en mi opinión se habría hecho la novela más dinámica si algunos de los capítulos se hubieran escrito desde el punto de vista del detective Devlin o del de alguno de los fantasmas. Por su parte, el ritmo es tremendamente ágil. Los capítulos son muy cortos y se avanza deprisa.
En conclusión, lo que no me ha gustado está claro: la construcción de los personajes principales y su relación, carente de originalidad o intriga.
Y, como contrapeso, lo que más me ha gustado son las extensas e interesantes explicaciones que la autora da sobre historia, arqueología, restauración, simbología funeraria y, sobre todo, acerca del proceso de trabajo que Amelia lleva a cabo: la fotografía, la planimetría, la reconstrucción virtual, la documentación en archivos públicos, en registros eclesiásticos, la contratación de un equipo especializado para la limpieza, etc.
¿Os lo recomiendo la novela? Si os gustan el género paranormal o la novela romántica, sí, pero no tengáis expectativas desmedidas, sino tan solo la certeza de estar ante una obra entretenida, y nada más.
¡Hola!
ResponderEliminarA mí está novela me gustó bastante, la trama criminal consiguió engancharme y todo lo relacionado con los fantasmas me pareció bien llevado, pero para mi gusto la saga va decayendo, así que si no te ha gustado demasiado este... el segundo libro no está mal, te recomendaría que le diéses una oportunidad y en cuanto al tercero, bueno, si lo encuentras por 2€ también anímate con él, pero a mí personalmente me pareció flojo.
¡Nos leemos! :D
Creo que seguiré tu consejo! ;)
ResponderEliminar¡Hola! ^^
ResponderEliminarLa verdad es que me llama la atención, pero no está entre mis lecturas prioritarias...
¡Gracias por la reseña!
Besos.