Norte, Tamara Gutiérrez Pardo

 

  Tras la misteriosa y traumática muerte de su padre, y siendo ya huérfana de madre, Juliah Olsen partió de Wilmington a los doce años para refugiarse en Boston, junto a sus abuelos. Aquel trágico suceso del que ella fue testigo le provocó una cojera irreparable, además de marcarla para siempre. Siete años después, Juliah se ve obligada a regresar para comenzar una peculiar terapia que pretende curarla de su trauma. Insegura, deja atrás a sus protectores abuelos y a su novio, James. En Wilmington se enfrenta a un desagradable reencuentro con un fantasma de su infancia, parte de la pesadilla que la tortura: el enigmático y rebelde Nathan Sullivan.

  Sin embargo, más sorpresas le aguardan. El bosque que se ubica en la parte posterior de la casa, y que le da tanto pavor, esconde un secreto muy bien guardado relacionado con la muerte de su padre, con Nathan y con ella misma. Juliah se verá envuelta en los entresijos de un mundo extraño y emprenderá un peligroso viaje para completar una misión que solo ella puede finalizar, contando con el insoportable Nathan como compañía. Juliah hallará la magia, se enfrentará a unos seres maléficos, conocerá lugares nuevos y tendrá que superarse a sí misma… Pero sobre todo aprenderá los caprichosos caminos que toma el amor cuando este descubre su verdadero destino.
Sí, nadie elige de quién se enamora…


  Norte es la primera parte de la saga de fantasía juvenil Los cuatro puntos cardinales, una exitosa tetralogía autopublicada que podéis encontrar en Amazon.

 En esta historia, Juliah, una joven huérfana, ha de regresar de Boston a su pueblo natal, Wilmington, como parte de la terapia que está llevando a cabo con el fin de superar la traumática muerte de su padre. Desde que este inexplicable suceso tuvo lugar, cuando ella apenas era una niña, las pesadillas no le dejan vivir en paz, recreando una y otra vez en su mente el extraño enfrentamiento que presenció y que, además de acabar con la vida de su padre, a ella le dejó coja de por vida.

  A su llegada, es acogida por sus tíos y su prima, quienes intentarán que se adapte a la universidad local y a su nuevo hogar de la forma más llevadera posible. Sin embargo, en Wilmington todos la conocen, todos saben su historia, por lo que pasar desaperciba no es fácil. Será Nathan Sullivan, amigo de la infancia y vecino de sus tíos, quien más complicado se lo ponga: no le agrada su vuelta, pero a la vez no puede evitar estar constantemente pendiente de ella y recelando de James, su novio. ¿Por qué?

  Cuando desde el bosque de los cuatro puntos cardinales, a través de un portal interdimensional, Juliah llegue a un mundo paralelo en el que tiempo transcurre a distinta velocidad, entenderá que solo allí podrá encontrar las respuestas que busca sobre la muerte de su padre, aunque para ello deba ponerse en peligro tanto sí misma como a Nathan.

  ¿No os pasa con esta breve sinopsis que todo os suena, que es como si ya hubieseis leído esta historia un sinfín de veces? A mi sí y es que esta novela está construida a base de clichés: 

- Protagonista con un pasado traumático y repleto de interrogantes que debe resolver.
- Mundo paralelo en el que tiempo pasa más despacio.
- Una población pequeña en la que todo el mundo conoce a la protagonista.
- Chico misterioso y atormentado que se alza, inexplicablemente, como el protector de la protagonista.

  Aunque a priori esto pueda parecer una crítica, no lo es. Los clichés bien construidos funcionan, los clichés gustan; por eso son clichés. Este es el caso: todos las tramas están bien llevadas y todos los elementos cumplen su papel y tienen sentido por sí mismos.

  A pesar de una extensión de casi setecientas páginas, este libro se lee muy rápido debido a una narración en primera persona que facilita que los lectores empaticemos desde el principio con Juliah. El estilo es sencillo y desenfadado, con muchos diálogos y, también, con mucha reflexión interna que refleja cada pensamiento o sentimiento de la protagonista; es una narración muy personal que describe con igual detalle las ambientaciones (la real y la fantástica) y las emociones.

 Que la lectura sea ágil también se debe al ritmo. Mientras que en la primera mitad del libro se acusa una cadencia más introductoria para poner al lector en contexto, en la segunda parte se suceden la acción, las aventuras y la sorpresa de un nuevo cliché: el del amor prohibido.

  La ambientación juega un papel fundamental en la historia. Así, a lo largo de los primeros capítulos asistimos a la anodina vida de Juliah en Wilmington con sus partidos de béisbol, su universidad de segunda y su relajada vida vecinal; y en los siguientes conoceremos el mundo paralelo de Los cuatro reinos, de inspiración medieval, con sus sacerdotisas, guardianes, samuráis, hechiceros, profecías, etc. La continua combinación de ambos mundos, el contraste entre los mismos y el cómo Tamara hilvana tramas que interrelacionan una y otra vez ambos lugares tienen un efecto dinámico que hace que te enganches mucho a la historia.

  Para acabar, en cuanto a los personajes, Nathan y Juliah son con diferencia los más trabajados y los que más evolucionan. Juliah es una chica insegura que, sin embargo, está dispuesta  a todo para averiguar qué secretos se esconden tras la muerte de su padre, de Nathan y del bosque. Debido a este afán por superar el pasado, se va convirtiendo en una persona valiente y decidida, una evolución de lo que dan cuenta no solo sus actos, sino también su voz.

 En resumen, Norte me ha parecido una lectura sorprendente y entretenida, que superó mis expectativas. Estoy segura de que, de haber tenido más promoción o una apuesta editorial detrás, habría sido un best seller dentro de la fantasía juvenil nacional.

  

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