Erectus, Xavier Müller

 

  ¿Y si el Homo erectus volviera a pisar la Tierra?
Tras la aparición de un misterioso virus, la humanidad regresa a su versión más salvaje en este thriller único e inquietante.

  El fenómeno ha comenzado en el parque natural Kruger, en Sudáfrica, y pronto se ha extendido por todo el mundo. Animales y plantas están yendo hacia atrás en la evolución. Los perros se convierten en lobos, las ballenas en mamíferos terrestres y los humanos... Manadas de Homo erectus empiezan a aparecer en Nueva York, en París, en Ginebra... Decenas de individuos de prominentes mandíbulas y cubiertos de pelo que han perdido la capacidad de hablar. Desorientados e impredecibles, siembran el pánico en la población.


  Mientras la científica Anna Meunier se lanza a una carrera contrarreloj para comprender y detener esta regresión de la humanidad, y quizá salvar a la persona que más le importa, en todo el mundo sobrevuela la misma pregunta: ¿qué hay detrás de esta aterradora pandemia?





  Estando el año pasado confinada, llegó a mi lista de lectura este thriller de Plaza&Janés de ficción científica que abordaba la transformación de la humanidad tras la expansión de un virus que alteraba genéticamente a todas las especies vivas haciéndolas regresar a estadios evolutivos previos. Un virus, una zoonosis, una pandemia y una gestión cuestionable por parte de la OMS. ¿Era 2020 el mejor momento para dar una oportunidad a esta historia? Puede que no, pero aun así esta novela pintaba tan interesante que en cuanto pude comencé el libro y, aunque me gustó, me di cuenta de que no era todo lo que yo esperaba.

  La premisa de la que Xavier Müller parte para construir la única trama de la novela es lo mejor del libro. ¡Un virus que hace al ser humano retroceder evolutivamente hasta convertirse en Homo erectus! ¡Un mundo que rápidamente se va plagando de criaturas prehistóricas! Indagando de la mano de la palentóloga Anna Meunier, conoceremos los orígenes del virus junto con el funcionario Stephen, gracias a quien acudiremos a comités científicos de urgencia y escalaremos en los organismos de control existentes hasta llegar a las reuniones de la OMS. También con ellos se nos presentará cómo en situaciones de crisis se relacionan las medidas políticas con la respuestas por parte de la sociedad, las investigaciones académicas y con el pertinente impacto económico. Aunque a una escala menor, todo lo que el libro refleja se puede extrapolar a lo que hemos estado viviendo estos dos últimos años. El interés es innegable.

  Los thrillers se caracterizan, en líneas generales, por una sucesión vertiginosa de los acontecimientos, altas dosis de suspense, una pluma sencilla, un ritmo ágil de lectura y por unos personajes de los que no importa tanto su personalidad o su bagaje como sus actos. 

   A priori, Erectus cumple todos estos requisitos. De extensión media y con capítulos cortos, este libro se lee rápido gracias a un estilo narrativo simple, a una trepidante cadena de sucesos de índole planetario que engancha al lector desde el inicio y a una estructura que, aunque lineal y algo predecible, mantiene la tensión a lo largo de todo el relato. La narración se hace a través de un narrador en tercera persona y desde varias perspectivas, siendo dos de ellas las principales: la de la paleontóloga Anna Meunier y la del funcionario dela OMS Stephen Gordon. Otros personajes de los que se lee su punto de vista y que creo que aportan bastante a la historia son, por ejemplo, un youtuber y un biólogo. Por su parte, a los personajes les conocemos enfrentando situaciones límite, por lo que como lectores no podemos apreciar una evolución o un arco dramático más allá de las pocas semanas en las que se sitúa toda la trama y, mucho menos, llegar a conocerlos profundamente. Como ocurre en casi todos los thrillers, la ambientación no es determinante, por lo que el trabajo de recreación de la misma (parque nacional Kruger, Bruselas, Nueva York...) es, aunque superficial, suficiente.


   Entonces, si la trama de la novela es sumamente interesante y, como thriller, contiene todo lo que se le suele pedir a este género, ¿por qué me decepcionó un poco? La respuesta es porque no me emocioné, no sufrí nada a pesar de que la civilización tal y como la conocemos estaba siendo devastada. Y eso se debe a que no empaticé con los personajes en ningún momento, ya que me faltaba información sobre ellos para hacerlo. Creo que, aun siendo un thriller científico, el autor podía haber trabajado más los personajes para, a través de ellos, transmitir la ansiedad de acudir al fin de la humanidad.


   En conclusión, una lectura recomendable para todos aquellos amantes de la ficción científica, de la genética o de las catástrofes mundiales, pero que puede saber a poco a los que buscan en todas las tramas cierta profundidad emocional o psicológica.

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