Fuego, Matt Strandberg y Sara B. Elfgren





  Termina el verano y las Elegidas deben regresar al instituto y afrontar nuevos desafíos. Las tensiones entre ellas crecen: todas albergan secretos y, además, Adriana, la directora, las insta a entrenar sus poderes para poder enfrentarse al mal. Cuando unos extraños cortes de electricidad empiezan a afectar a la pequeña ciudad de Engelsfors, las Elegidas temen la llegada del Apocalipsis.


  ¿Qué te puedes esperar de Fuego?

  La sinopsis no engaña. El libro en cuestión pertenece sin ninguna duda al género juvenil fantástico. ¿Instituto? ¿Brujas? ¿Enfrentamientos contra el mal? Si hay algo que ningún lector puede reprochar a esta novela, es que se ha sentido estafado o que no ha visto cumplidas sus expectativas.


 Sí, nos encontramos ante otra saga juvenil de magia, adolescencia y luchas de poder. Pero no es una más. Y ahí residen las claves de su éxito. No hay amores imposibles, jóvenes perfectas ni tópicos y clichés de moda danzando por las páginas. Tampoco encontramos escenarios de una originalidad o una belleza sobrecogedora. No. Son la profundidad y el realismo de los personajes los elementos que atrapan al lector. Pero, cuidado, los atrapan de una manera descarnada hasta el punto de reconocer en ellos a antiguos compañeros de instituto, a amigos, a padres, etc.; incluso a uno mismo.


  Si no fuera por los nombres que figuran en portada, el lector asumiría por su cuenta que tal adictiva novela ha surgido de una sola y brillante mente. No dispongo de la certeza de qué elementos aporta cada autor, pero sí que creo que se puede entrever a lo largo de la lectura una narración rápida en la que abundan los diálogos y la acción al más puro estilo de los guiones de cine y televisión, y otra narración más pausada y reflexiva reflejada en la descripción de sueños, escenarios, pensamientos, quizás más típica de un autor ya experimentado en la confección de novelas.



  La lectura es ligera y engancha desde la primera página, no careciendo por ello de un lenguaje elaborado ni de pasajes de una calidad extraordinaria. Cabe señalar que juega un punto a su favor el hecho de haber dotado a las protagonistas de un lenguaje juvenil y sincero. Con esto quiero decir que los autores no se cortan al añadir a su narración una jerga adolescente cargada de improperios y expresiones políticamente poco correctas.


 Fuego nos presenta la elaborada historia de Las Elegidas. En su nuevo año de instituto, las cinco chicas que sobreviven a sus propios poderes no pueden dejar de pensar en lo acontecido el curso anterior:  ¿Qué planes tiene el Consejo? ¿Hasta dónde Adriana, la directora, está con ellas o contra ellas? Nicolaus no les aporta respuestas, sino que les genera cada vez más interrogantes. ¿Qué ocurrió con Matilda? Si ella no pudo para el Apocalipsis entonces, ¿ahora podrán ellas?


 Al tiempo, en la pequeña ciudad de Engelsfors una oleada de optimismo sacude a la población: una corriente de pensamiento orquestada por Engelsfors Positivo, colectivo que además de meterse en el bolsillo a gran parte de los habitantes de la urbe, ha conseguido hacerse con el control del instituto y de otros organismos de la ciudad. No obstante, no parece peligroso. Engelsfors Positivo ofrece apoyo y consuelo a aquellos que quieren desterrar de sus vidas los pensamientos negativos. Inofensivo. Entonces ¿por qué el Libro de los Paradigmas y Matilde las advierten de que se mantengan alertas? ¿Qué esconden bajo su filosofía? 
Por otro lado, a la ciudad acaban de llegar dos extraños desde Estocolmo: Alexandre y Viktor, padre e hijo; familia que tendrá mucho que aportar a las ya ocupadas y desbordantes vidas de las Elegidas. ¿Quiénes son? ¿Qué pretenden?


   Con todos estos ingredientes, la novela no podría ser otra cosa sino adictiva. Y, sin embargo, no son  solo estos elementos los que hacen de esta novela, una lectura interesante y entretenida. Las vidas cotidianas  de  las Elegidas aportan a la trama realismo. Te crees la historia. La sientes. Te identificas. Amistades complicadas, relaciones fallidas, pérdidas irreemplazables, familias venidas abajo, futuros inciertos, jóvenes que no encuentran su lugar, adolescentes cuyos intereses o formas de pensar no concuerdan con los modelos socialmente establecidos, sentimientos de culpabilidad  que invaden y arrastran, alianzas improbables...


 También cabe comentar la crítica velada que se desprende de las palabras de los autores hacia temas como la doble moral o la  controvertida aceptación social de las relaciones homosexuales. Para mí, el acierto de esta novela no es el de contar una trama de magia y adolescencia. Eso lo hacen muchas. El acierto es haber combinado con tal maestría una cotidianeidad creíble y cercana con ese mundo fantástico al que Las Elegidas pertenecen.



¿Recomendable? Totalmente. Divertida, mordaz, crítica, fascinante.


 Desde Ecos de Calíope quiero agradecer a la editorial  Maeva Young el envío del ejemplar.



1 comentario :

  1. Jo chica, una vez mas lo has vuelto a hacer, me encanta como escribes, mira que no soy muy de literatura juvenil, pero dan ganas de comprarlo. !sigue así!
    Un saludo

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