Palmeras en la nieve, Luz Gabás



   Palmeras en la nieve de Luz Gabás se alza como una novela susceptible de ser incluida en diferentes géneros o temáticas, siendo finalmente el propio lector el que ha de decidir dónde él mismo prefiere colocarla. Ojeé varias reseñas antes de iniciarme en la lectura de la obra y observé que mientras para muchos bloggers Palmeras en la nieve constituía una sólida novela de género histórico, para otros era fundamentalmente una obra con fuertes tintes de saga familiar (al estilo de Kate Morton).  Por otro lado, también había quienes de ella sólo destacaban la trama romántica o, si no,  la ambientación "exótica" incluyéndo la novela así en la tan en boga ahora "literatura landscape" (en la línea de Sarah Lark).


   Si me viera obligada a dedicarle un único adjetivo a esta novela (y, odiando etiquetar así las historias), yo personalmente me decantaría por el de "histórica". No obstante, a mi me encanta la Historia y por ello mi elección está totalmente empañada por mis gustos. Es más que seguro que mientras leía el libro yo misma haya dado más peso a los elementos históricos que quizás a los románticos o a los familiares.  Pero, para acabar con esta introducción, adelanto que sea del género que sea, a mí su lectura se me ha antojado una maravilla totalmente recomendable.




  No puedo, además, dejar de mentar la especial atención que la autora, Luz Gabás, nos ha prestado a quienes nos unimos a  su club de lectura.

 
 Ha contestado a cada una de nuestras preguntas, sugerencias,  comentarios y felicitaciones así como también nos ha ido revelando secretos y claves de sus procesos de escritura. ¡Incluso nos pedía consejos o creaba pequeños debates! Desde luego, así da gusto leer sus novelas.



Reseña:

  La historia de Kilian: Como se puede leer en la contraportada del libro, la historia de los hermanos de Pasolobino (un pueblo del Pirineo aragonés) transporta a los lectores a las tierras de la Guinea Española. Más concretamente a la isla de Fernando Poo (hoy Bioko), la cual desde la década de los años 20 del también siglo XX fue ocupada por España en condición de colonia para, sobre todo, la explotación del cacao.


 

   A comienzos de los años cincuenta, Kilian decide dejar atrás sus queridas montañas  y la hacienda familiar de Casa Rabaltué para viajar a la isla y trabajar allí como capataz en la finca Sampaka, adonde su padre Antón y su hermano Jacobo ya habían llegado para lo mismo unos años antes. 

 


    La intención de esta familia era la misma de muchas que emigraban a tales tierras tropicales: ganar un sueldo prometedor (en España impensable en ese momento) y con él subvencionar las explotaciones agrícolas y ganaderas que en la metrópoli pasaban su peor momento (industrialización y éxodo rural, años 50-60). Antón, Jacobo y Kilian enviarían parte de sus salarios a Mariana y a Catalina (madre y esposa e hija y hermana) para que ellas mantuvieran la actividad económica de la hacienda familiar. 




  La percepción del nuevo entorno por parte de Kilian contrasta radicalmente con la de su hermano Jacobo. Gracias a ello, el lector disfruta de manera continua de puntos de vista encontrados que definen de una forma más amplia la vida en la isla. La estampa que muy hábilmente la autora hilvana a través de sus ojos recoge desde la vida en la finca Sampaka (cultivo, secado y cuidados del cacao, convivencia de bubis, nigerianos, fernandinos y españoles capataces con  españoles coloniales) hasta la vida pública en la ciudad de Santa Isabel (antes denominada Clarence), la política interior en la isla, la política exterior de España, los fundamentos económicos del sistema colonial europeo en África en el siglo XX, el nacimiento de los nacionalismos del continente negro, etc. 




  Es particularmente interesante leer  acerca de la adaptación del sensible y recién llegado Kilian al día a día de la isla. 


   Se trata de la primera estancia de un joven provinciano de 24 años lejos de su hogar en una tierra que se le antoja ajena y hostil. No solo eso, se trata de su primer experiencia al mando de una mano de obra resignada: nigerianos cuyo gobierno tenía tratos laborales con el de España, bubis (la población nativa de la isla que en buena parte se había visto desposeída de su propia tierra desde las postrimerías del siglo XVIII) y guineanos de la parte continental de la colonia.  



  Pero, también, se trata de un español descubriendo una realidad que casi todos los europeos se negaban a conocer: la local. Y de un capataz que disfruta estableciendo vínculos personales y lazos de amistad con la población nativa que trabaja bajo el mando de los suyos. Esta parte es para mí, sin duda, la más cautivadora y provechosa.

  Nos topamos con un Kilian que se cuestiona todo aquello que le rodea y que se deja impregnar por el sistema de creencias bubi y por los modos de vida de la población nativa. Las conversaciones que mantiene con personajes clave como Öse, Simón o Bisila dan cuenta de las ambiciones de los bubis, de sus posiciones políticas y de sus opiniones sobre la ocupación colonial.



 

    Así, se configura a lo largo de la lectura un esclarecedor mosaico de experiencias, anhelos, posturas e  ideologías. Un crisol nacido de la convivencia de españoles con rango colonial (terratenientes), de españoles cuyo mero propósito es del trabajar (capataces, comerciantes, obreros...), de bubis resignados y pro-colonialistas, de bubis críticos y organizados para la autodeterminación, de fernandinos cuyo sentido de pertenencia nace de la diversidad y de lo extranjero, de nigerianos que, como muchos españoles, acudieron tan sólo con el objetivo de trabajar y ganar dinero, pero cuya situación social distaba enormemente de la de los blancos, de los fang (etnia de la Guinea española continental) y de portugueses e ingleses  que reproducían el mismo modelo colonial en otras zonas de África y estaban frecuentemente de paso por la isla. Luz Gabás nos recrea así en esta obra un realidad compleja muy desconocida en España tanto en aquellos años como ahora.



Fotograma de la película

  La espinosa historia de amor  de Kilian con una bubi pone en entredicho el esquema social y familiar mantenido por la población blanca en la isla, pero evoluciona con el tiempo a medida que lo hace el devenir histórico de la propia isla. El romance de Kilian es enrevesado, sugerente, pausado, pero también adictivo. Consta de continuas idas y venidas, de un paso hacia delante y dos hacia atrás. No es, precisamente, adrenalítico. Su baza es la constancia, la perseverancia y la obstinación del uno por el otro.




  Al mismo tiempo, el lector acude a episodios claves de la historia de la isla (conversión de la colonia en provincia en 1956 y, de nuevo, en 1959, independencia de Guinea, represión y dictadura de Macías, etc.) que le permiten no solo aprender sino también comprender  la influencia de estas circunstancias sobre las decisiones de los personajes. 








La historia de Clarence: Mucho tiempo después de los acontecimientos arriba mentados, la hija de Jacobo, Clarence, encuentra en Casa Rabaltué parte de la correspondencia mantenida por los hermanos con quienes aún permanecieron en la isla una vez que todos los europeos (los hermanos entre ellos) fueron expulsados como consecuencia de la descolonización. Clarence es una mujer que se mueve casi exclusivamente por su sed de saber y, ante tal tesitura, decide investigar por su cuenta el pasado de su tío y de su padre. En esas cartas hay unas lineas escritas que la ponen sobre la pista de un secreto familiar. Un secreto que ella no piensa dejar reposar oculto más tiempo.


  

 


 Alentada por Julia, una amiga de la familia que compartió con Kilian y Jacobo sus años en Fernando Poo, Clarence se lía la manta a la cabeza y, tras dar la noticia a su familia, emprende un viaje hacia Bioko (antes Fernando Poo) con una investigación sobre la literatura guineana en castellano y el mismo dialecto "español guineano" como excusa.  Así, de la mano de Clarence no solo conocemos la situación y la apariencia actual de Bioko, sino también los estragos que el paso del tiempo ha hecho en la isla. 




Palmeras de la finca Sampaka
  

 

 Clarence busca con ahínco la ciudad colonial de Santa Isabel sobre la que tanto escuchó hablar en su casa o la finca Sampaka trabajando a todo fuego, pero esos lugares han sido sepultados por demasiadas capas de tiempo...y de olvido. Sin embargo, no hay otra forma mejor de conocer el presente de Bioko que a través de los ojos de una mujer que busca el pasado de Fernando Poo y que no puede dejar de hacer apreciaciones o de formular comparaciones.




  


 Desde el momento en que Clarence pisa el suelo de Malabo, la isla, casi de forma mágica, hace que esta se rodee de personas cuya mera existencia hace tambalear la ficticia tranquilidad que siempre ha parecido reinar en Casa Rabaltué. (Esta parte que semeja estar orquestada por los espíritus y en la que las simples casualidades no tienen cabida me recordó en cierta medida al realismo mágico tan característico del Gabo). Mientras ella investiga el pasado de sus familiares e intenta desenterrar los fantasmas que  habitan los silencios de su tío Kilian, cobran importancia las relaciones que Clarece va estableciendo y los sentimiento que en ella van aflorando. 



 

  Sin duda, de esta parte del libro es la ruta por la isla  a la que Clarence es invitada la más entretenida. Son desvelados muchos rincones de Bioko como playas salvajes, poblados, pequeñas ciudades... Como pasa también en la lectura de la parte de Kilian, el lector asiste a las primeras impresiones de una europea ante realidades autóctonas, a sus prejuicios, a su dejarse imbuir, pero también a fuerte debates e intercambios de opinión. 



Población de Luba

  

 

  Los personajes que acompañan a la filóloga en su estancia son verdaderamente entrañables. Tomás, Fernando Laha, Fernando Garuz..., pero, sobre todo, Iniko. En definitiva, puedo asegurar que hay personajes para todos los gustos. Más allá de la investigación, los sucesos que atañen a Clarence de manera personal durante sus "vacaciones" en Bioko son más que interesantes. Luz crea para ella una historia particular tan cargada de detalles que bien daría el viaje de Clarence para un libro entero con sus dosis de intriga, historia, landscape, romance, etc.




Finca Sampaka

  Cuando la estadía de la joven en la isla llega a su fin y esta regresa a Pasolobino, lo hace con la maleta a rebosar de preguntas. Y así, en este punto, se entremezclarán por completo las historias de unos ancianos Kilian y Jacobo y la de una resentida Clarence decidida a acabar con los secretos del pasado. Personajes como Daniela (su prima, hija de Kilian), Carmen (su madre y mujer de Jacobo) o la amiga Julia cobrarán más relevancia y nos adentrarán en las consecuencias que  los años en Fernando Poo tuvieron para todos. Fernando Poo y Pasolobino siempre han estado más unidos de lo que parecía. Siempre hubo quien se consoló imaginando Palmeras en la nieve.




Crítica:


Finca Sampaka

    En primer lugar, he de reconocer que siempre he creído que escribir una obra en dos planos temporales distintos es arriesgado. El autor cae en el peligro de que al lector solo le entusiasme uno de los hilos narrativos y que abandone la lectura al ver frenado el avance de este. También puede suceder que el lector se sienta confuso o perdido, que no interprete bien las conexiones que unen ambos tiempos y que deje de leer o no le guste el libro. No obstante, el uso de dos tiempos que Luz Gabás hace aquí resulta favorable para contar una historia como esta.




 


    

   La novela es realmente extensa, pero si te gusta, se lee muy rápido. En varios blogs constaté que muchos lectores atribuyen a la obra una narración muy lenta. A mí, sinceramente, no me lo pareció. La  prosa de Luz, de una calidad increíble, no se fundamenta en la acción, sino en lo nimio, en lo pequeño, en la esencia. Insiste hasta lo imposible en el que lector conozca los detalles de la ambientación (parajes, localizaciones, arquitectura, clima, moda...¡todo!) o de los propios personajes. Y esto, a mi modo de ver, no ralentiza la historia sino que la viste. En definitiva, el ritmo es pausado pero concuerda perfectamente con las descripciones pormenorizadas con las que la autora zambulle al lector en la Guinea de los años sesenta o en las frías montañas oscenses. Para contrarrestar tanta descripción y tanta narración, abundan de manera constante diálogos frescos e interesantes.


   El estilo de Luz es peculiar, totalmente personal y gracias a ello engancha a los lectores. Las reseñas positivas (prácticamente todas) que he leído sobre la novela en la red señalaban que, sin duda, leerían su segundo libro "Regreso a tu piel" no porque la sinopsis de la misma les hubiera interesado muchísimo o porque el tema les atrajera, sino porque tenían ganas de rencontrarse con la pluma de la autora.


  En cuanto al vocabulario, es probable que hubiera agradecido, al menos para el comienzo de la narración, un pequeño glosario al final del libro en el que explicaran o definieran brevemente el significado de "términos"  tan usuales a lo largo del libro como "salacot". Sin embargo, la lectura se puede seguir perfectamente sin tal anexo. Y, por supuesto, hay que comentar lo mucho que se nota en la obra la formación en filología de Luz Gabás, quien aprovecha cualquier momento para deleitar al lector con referencias o aclaraciones  idiomáticas sobre el pichi, el bubi, el patués o el pasolobinés.

 

  El paso de los años en la novela es muy acelerado, pero no hay otra manera si no de contar una historia como esta. Y, a pesar de ello, lo que me ha sorprendido es que aunque de repente pasen  tres meses o cinco años y tal tiempo se refleje en las acciones y los pensamientos de los protagonistas, el lector parece no haberse separado ni un momento de ellos. Es fascinante la conexión que la escritora logra tejer entre el lector y Kilian o entre el lector y Clarence.


   Hacia la mitad de la obra, la intriga envuelve a la historia y si has llegado hasta ese punto de la lectura de un modo ameno, a partir de entonces no podrás soltar el libro. 


   

   Los personajes están bien definidos y aunque en un principio algunos de ellos parezcan responder a ciertos estereotipos (el chico juerguista e irresponsable, el joven sensible, abierto y con ganas de conocer otras culturas, la mujer que se lanza de cabeza a la investigación, el bubi activista que continúa su lucha contra el pasado colonial...), la evolución que experimentan a lo largo de la novela no peca de predecible y está bien justificada. En casi todas las reseñas he leído alabanzas al personaje de Kilian y si bien es verdad que me parece un gran protagonista, creo que otros personajes como Iniko son también dignos de mención pues tenían un gran potencial (aunque no explotado debido a las líneas argumentales de la historia). El peso de las mujeres es importante en la obra (sobre todo si se tiene en cuenta que la historia se enmarca en una sociedad machista) y personajes como Bisila, Mariana o Julia me han agradado bastante. 




  

  El trabajo de documentación que ha llevado a cabo Luz Gabás para recrear la historia colonial en Fernando Poo de los años cincuenta y sesenta es encomiable. En concreto, destacaría el retrato que Luz pinta en la novela sobre la represión postindependentista y el cómo relata el ascenso al poder del dictador Macías. 








   Para acabar con la crítica, me gustaría comentar cómo acaba (¡no en plan spoiler!) el libro. Los últimos episodios históricos y ficticios de la novela son escenas a modo de pequeños flashes: fragmentos de conversaciones y estampas altamente significativas. Este recurso casi artístico como colofón de toda una novela plagada de diálogos y de largas explicaciones configura un broche final perfecto. Y a la pregunta "¿cómo acaba?" yo contesto "depende". A mi parecer hay dos finales: uno cerrado y uno abierto. Si queréis adivinar a qué historia corresponde cada uno, ¿a qué esperáis para haceros con el libro? 

  De la edición del libro cabe comentar las fotos y el mapa presentes en las contraportadas, unos detalles muy acertados.


  Añadir, por último, que de esta novela habrá una adaptación cinematográfica que se estrenará el día 25 de diciembre de este año 2015. Os dejo el link la página oficial de la película en Facebook para que conozcáis todos los detalles.





5 comentarios :

  1. What a reseña! me gusta!

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  2. Muchas gracias por este documental, releeré otra vez el libro con un enfoque diferente.

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  3. Vaya pedazo post que has escrito!! Es un ensayo, no un post...
    Te lo has currado...

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  4. Qué reseña más completa!! Me ha gustado mucho, buen trabajo :)
    Te sigo y te dejo mi blog por si quieres pasarte!
    Un beso^^
    http://viviendoennuestrocuento.blogspot.com.es/

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  5. Uy, Mario Casas no me convence nada, pero ya veremos. Gran reseña! Te sigo, tienes un blog precioso! Me encanta el diseño. Besos

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