Recomendación: Mottainai. Diario de un hombre roto, de Javier Olasagarre Ibaibarriaga


  Hoy vengo a hablaros de Mottainai. Diario de un hombre roto, un libro que recomiendo fervientemente, un inesperado sincericidio que cuesta digerir, una lectura que no ha sido fácil... Con la reseña me ha pasado lo mismo. Por ello, a pesar de mis impresiones iniciales, os animo a que leáis  la reseña hasta el final para comprender por qué debéis invertir vuestro preciado tiempo en leer a Javier Olasagarre.

Mottainai. Diario de un hombre roto, de Javier Olasagarre Ibaibarriaga no es una lectura al uso (al menos para mí) y, como tal, tampoco esta puede ser una reseña al uso. En primer lugar, no es una novela porque no cumple los parámetros que las definen, esos que desde pequeños sabemos identificar (introducción, nudo y desenlace). Es un diario. Me diréis que hay multitud de novelas narradas en este tipo de formato (hasta obras cumbres de la literatura como Crónica de una muerte anunciada del querido Gabriel García Márquez). Lo sé, pero insisto, no es el caso.


   Acudimos al diario de un hombre que nos narra en primera persona un jueves habitual en su vida, hora tras hora. ¿Una vida de película? No. ¿Un jueves ordinario en el que sucede algo extraordinario? Realmente no. ¿Una vida corriente pero cuyo interés radica en que pertenece a  una sociedad o a una cultura sumamente diferente a la nuestra? Tampoco. ¿De verdad narra hora tras hora  una jornada diaria en la que no sucede nada? Sí, he ahí, de hecho, el quid de la cuestión. No pasa nada.

Llegados a este punto, me imagino recomendando la lectura a un amigo (hecho que sucederá de forma real en un futuro cercano):

— ¿Engancha? 


— No, tampoco lo pretende.


— ¿Entretiene?


— Ni lo más mínimo.


— ¿Sirve para aprender, traslada conocimientos al lector o aporta algo nuevo al panorama actual o pasado de la literatura? (Vale, admito que seguramente mi amigo no me haga esta pregunta, pero, al fin y al cabo, esto es un reseña).


—  No. Nada de nada.


— Entonces, ¿por qué te ha gustado el libro?, ¿por qué debería leerlo? 


— Por tres razones: porque seguramente hará mucho tiempo que no leas algo con una prosa de tal calidad; porque este diario es capaz de llevar la crudeza a su exponente más alto con la crítica a la cotidianidad occidental del siglo XXI como única bandera; porque la lectura emana tal pesimismo que lucharás contigo mismo por no sentirte identificado con el protagonista y, sin embargo, en algún momento, te verás reflejado en las palabras de este pobre hombre. Y, como decía Neruda, “esa y solo esa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas”. 


  ¿Aún no te he convencido? No pasa nada. Estoy segura de que nuestro protagonista (del que nunca conocemos su nombre) tampoco dejaría convencerse de hacer algo solo porque un blog o una red social se lo recomendase. Pero si te interesa el devenir de nuestra sociedad en estos tiempos competitivos, digitales, consumistas, mentirosos, ansiosos…, no dejes de leer a Javier Olasagarre. Con un estilo directo (a veces, incómodamente directo), un ritmo ágil, una lengua afilada, una pluma versada y unos recursos literarios propios de una mano experta, hace gala del don´t tell me, show me que tanto nos gusta a algunos lectores (los cascos y la música para enfatizar el aislamiento, la lluvia incesante para potenciar el frío, la tristeza y la soledad de las grandes ciudades, etc.) y dibuja un retrato feroz y real del tiempo que nos ha tocado vivir.


No creo que esta vaya a ser su obra maestra, todo hay que decirlo, pero sí le auguro una trayectoria literaria digna de ser seguida de cerca, a través de la cual no dejará de reunirnos con nosotros mismos para pasarnos revista y recordarnos que la vida es otra cosa. 



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